«Un pequeño bombón, este que nos regala El ballet imperial de la reina Rosamunda. Es una pieza muy completa, que se baila fresca, con mucha complicidad entre los dos bailarines/intérpretes y que da elementos para conectar con el público que, en algunas coreografías, no puede menos que aplaudir. Una pieza que se merece tener la atención de equipamientos públicos por su fusión de retos: Mompou, danza contemporánea, espacio escénico generoso, emoción y sensibilidad.«
(Recomana.cat)